Crímenes en nombre de Dios 

Crímenes en nombre de Dios .-Al menos unos quince casos de violación en contra de jóvenes se han registrado al interior de un templo cristiano que se ubica sobre la calle Benito Juárez, en la Ciudad de Oaxaca, esto a través del pastor Giovani Zenteno Ramírez, supuesto representante de Dios, pero que en la realidad representa una vil copia del padre Nabor Cárdenas Mejorada (Papá Nabor), fundador de la iglesia y comunidad rural, Nueva Jerusalén, mejor conocido como Cara de Diablo, por sus atrocidades. 

 

*Giovani Zenteno Ramírez, el pastor que viola a creyentes en nombre Dios. 

Por: Gildardo Mota 

Al menos unos quince casos de violación en contra de jóvenes se han registrado al interior de un templo cristiano que se ubica sobre la calle Benito Juárez, en la Ciudad de Oaxaca, esto a través del pastor Giovani Zenteno Ramírez, supuesto representante de Dios, pero que en la realidad representa una vil copia del padre Nabor Cárdenas Mejorada (Papá Nabor), fundador de la iglesia y comunidad rural, Nueva Jerusalén, mejor conocido como Cara de Diablo, por sus atrocidades. 

Pero los casos cobran mayores dimensiones, pues existen sospechas que dicho Pastor podría conformar parte de una red de pornografía y pedofilia, esto sin que la Fiscalía General del Estado actúe ante la falta de denuncias por parte de las víctimas, muchas de ellas atormentadas por el escarnio, la incomprensión pública y las amenazas vertidas por el mismo “representante de Dios”. 

Los casos de violación en contra de creyentes al menos se vendrían cometiendo desde hace diez años, algunos de ellos ya prescribieron y en otros casos las víctimas se resisten a denunciar, aunque extraoficialmente al menos una de ellas ya interpuso su denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Oaxaca. 

Este periodista pudo entrevistarse con cinco de las víctimas, todas ellas visiblemente afectadas por los abusos sexuales cometidos en su contra por Giovani Zenteno Ramírez, quien se aprovecha de la situación personal de cada una ellas, a las cuales les sustrae temores, penas, complejos y frustraciones, mismos que después utiliza para manipularlas y hacerlas sentir como su padre, para luego acosarlas constantemente por la noche mediante el teléfono celular. 

Luego de engatusar a las creyentes, Zenteno Ramírez, según versión de las víctimas, son llevadas a través de una camioneta Dakota de color blanca con apoyo de dos perros pastor alemán hacia a un paraje que se ubica en el Cerro del Fortín, ahí las “ministra”, les hace ver a Dios y las obliga a obedecerlo en todo, más tarde las conduce a una vivienda de su propiedad que se encuentra en la agencia de Dolores, en donde abusa de ellas y las graba. 

Las grabaciones, según las entrevistadas, son utilizadas por el “pastor” para amenazarlas y que no denuncien, pues de lo contrario les advierte con difundir las imágenes en redes sociales y con sus familiares. 

A la red de complicidades de Zenteno Ramírez se sumaría otro pastor de nombre Elías Betanzos Ruiz, supuesto líder de otros templos y Jair Iván Hernández, joven encargado del área de alabanzas, quien se dedica a reclutar a jóvenes que pone al servicio de Giovani Zenteno, a muchos de esos jóvenes los hacen sentir culpables de sus pecados y los aprisionan en el templo de lunes a domingo hasta que supuestamente alcanzan su “saneamiento”. 

Zenteno Ramírez es esposo de Mercedes Luria, esta última aviadora en la Secretaría de Turismo “asignada” a un módulo de información turística, pero que actualmente radica en la Ciudad de México; el citado “pastor” ha sacado provecho de sus relaciones con políticos y funcionarios para gestionar proyectos productivos y despensas, como lo ha hecho con el diputado local independiente y ex priista, Samuel Gurrión. 

Al igual que los curas católicos, los pastores evangélicos y cristianos cometen una serie de abusos y fechorías en nombre de Dios, tan sólo en el caso de los pastores existen casos de seudo comunicadores disfrazados de ministros de Dios, pero únicamente para extorsionar y dañar al prójimo en nombre del poder divino, como el caso de Giovani Zenteno Ramírez.