Mario CASTELLANOS ALCAZAR
El nuevo Presidente del Comité Estatal del PRI en Oaxaca, Jorge González Ilescas, se pronunció por un Pacto de Civilidad Política entre la militancia priista para limar asperezas y llegar a la reconciliación, a la unidad y por supuesto a un virtual triunfo electoral el día uno de julio del presente año con la esperanza de ganar la Presidencia de México y la mayoría de las senadurías, diputaciones y presidencias municipales, porque ya no son tiempos de carro completo, más ahora que el tricolor se encuentra en la penumbra, sino es que en el limbo, con pocas posibilidades.
Me recuerda el “Pacto por México” fraguado por el ex gobernador de Oaxaca José Murat Casab, que por cierto dio resultados de relumbrón en el inició del mando del Presidente Enrique Peña Nieto, en cuanto a la aprobación de las reformas estructurales que contaron con el apoyo a ultranza del PAN y el PRD, que se coludieron con el PRI- Gobierno.
Murat Casab es el político de los grandes pactos de civilidad, que ahora se ponen en boga con el Presidente del PRI en Oaxaca, González Ilescas, quien llegando al cargo partidista lo primero que prometió es un Pacto de Civilidad Política para conciliar los intereses del PRI despavorido que recibió a causa de las malas políticas sociales y económicas del presidencialismo mexicano-
González Ilescas es un político oaxaqueño de amplia experiencia, algo así como a la vieja usanza, de aquellos tiempos del mapachismo y dinosaurismo cuando el PRI obtenía carro completo de votos. Tiene la misma escuela ancestral de Murat Casab, quien le “dijo al nuevo Dirigente Estatal del PRI, tú vas porque vas a levantar al muerto” es decir al PRI agonizante para sacar adelante a este cascarón sin vida útil y por supuesto que Jorge lo pensó dos veces , pues no es miel sobre hojuelas y no le será nada fácil sacar al “toro de la barranca” y del marasmo en que lo dejó el presidente saliente, Germán Espinoza Santibáñez, quien no pudo hacer contacto con la militancia y por cierto deja un partido desarticulado y sin vida política-
No es nada fácil la tarea para González Ilescas, por tanto lo primero que ofreció fue el Pacto de Civilidad Política, pensando en una operación cicatriz para reconciliar los intereses de la militancia que se ha visto rebasada por los intereses de la cúpula priista y el bache que existe, luego de la designación de los precandidatos y candidatos a los puestos de elección popular, que se vieron manchados con los mismos vicios del tricolor, como es la corrupción, las imposiciones, fraudes y tretas que dejan a un PRI desvalido a nivel estatal y nacional.
Las heridas que tiene el PRI son latentes y muy punzantes, que difícilmente cicatrizarán, más en estos tiempos de la aguda crisis política, económica y social, hablando exclusivamente de Oaxaca, en donde la pobreza se exacerba por la mala política de los ex gobernadores priistas y últimamente con el ex gobernador Gabino Cué Monteagudo, quien dejó a la entidad en una encrucijada sin salida, que el mismo gobierno priista no puede sacar adelante.
El reto de González Ilescas es sacar adelante el proceso electoral del presente año, que es para elegir al Presidente de México, senadores, diputados y presidentes municipales, por lo cual, tiene que hacer una política distintiva y muy diferente a los demás, de acercamiento a la militancia para tomar en cuenta a los liderazgos naturales de las regiones de la entidad oaxaqueña, escuchar a los hombres, a las mujeres, a los jóvenes y adultos, sin distinción, fobias ni filias, con un trato igual y asimismo con suma participación ciudadana y con tintes democráticos.
Debe olvidarse de los compromisos perversos, compadrazgos, amiguismos, recomendados y por supuesto, no convertirse en corifeo del gobierno de Murat, pues ello no gusta a la ciudadanía y a la militancia, que exigen una actitud más crítica y constructiva, que se les hable con la verdad por más dura que sea la situación de pobreza, marginación, violencia, inseguridad, desempleo, la corrupción y los grandes fraudes, que en su mayoría provienen de los gobiernos del PRI.
A la gente ya no le dan “atole con el dedo”, ya saben lo que quieren y hasta donde pueden llegar. Ya saben por quién votar en las urnas, por tanto en Oaxaca, el sufragio ya está definido y difícilmente, Jorge González Ilescas podrá revertir las preferencias de los votantes, sin embargo la esperanza muere al último; ya estaremos viendo el desenlace el uno de julio.
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