REMOLINO POLITICO
Mario CASTELLANOS ALCAZAR
HECTOR PABLO, MARIONETA.
Es inaudito que Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva haya renunciado a su militancia priista de la noche a la mañana para militar en el Partido de la Revolución Democrática, PRD, de donde será el candidato de la primera fórmula al Senado de la República, luego de haber sido diputado federal por el PRI y Director Nacional de LICONSA dentro del gabinete del Presidente Enrique Peña Nieto.
De este tamaño es la corrupción en los partidos políticos y aspirantes a los puestos de elección popular, lo que indica que la política se ha prostituido en detrimento de la democracia y la participación ciudadana, que por cierto irrita y provoca la violencia debido a que los entes políticos han sido rebasados porque estos han puesto por encima sus intereses personales, partidistas y el poder.
Es errático y causa pavor la descomposición social prohijada por los políticos, en el caso de Héctor Pablo, “ya fue priista a ultranza, adorador del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, PRI, y por supuesto de las reformas estructurales “que según mejorarán las condiciones de vida de los mexicanos”, pero ahora, despotricará contra el sistema político mexicano tejido por el PRI- Gobierno hegemónico y tendrá un cambio de piel o de vida partidista. Un dinosaurio tricolor pasó a la izquierda contestataria y violenta, es decir una tribu más que nació en las entrañas del PRI y terminará de más a menos en la tumba política del Sol Azteca o quedará en la nada.
No es creíble que haya tenido tanto valor y encono contra el PRI para demostrar tan abrupta y desmedida ambición sin importar la puñalada que asestó a su progenitor político, Peña Nieto, quien creo cuervos para que le sacaran los ojos. No puede ser lógico ni cuerdo que haya incurrido en fatal felonía en pleno proceso electoral y que por supuesto mancha la credibilidad de los comicios e incita a la violencia entre la militancia priista y perredista, pero también en la ciudadanía que no acudirá a emitir su voto porque ya los protagonistas no son creíbles, como tampoco se tragan la píldora que el ex Director de Liconsa haya renunciado al PRI, sino más bien se trata de una jugarreta muy corrupta con la finalidad de hacerle daño al candidato del Senado por el Partido de Regeneración Nacional, MORENA, Salomón Jara Cruz, porque ya no tiene otra lectura, por consiguiente todo es fraguado para que el PRI conserve el poder en la entidad oaxaqueña.
“Aquí hay gato encerrado”. Puga Leyva no renunció por iniciativa propia conociéndolo de muy institucional, es más no tendría el arrojo de hacerlo, ni menos botar al PRI- Gobierno, que en corto tiempo lo ha favorecido con puestos de elección popular y lo más reciente como Director de LICONSA, de donde resurgió y se postró como un priista disciplinado a más no poder ¿acaso no lo consultó con su mecenas Peña Nieto, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa y en la cúpula del PRI? Por supuesto que sí y hasta intervino el ex gobernador José Murat Hinojosa como una venganza contra el también ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz, quien había manipulado para que Manuel García Corpus, priista, se afiliara al PRD para ocupar el misma curul del Senado de la República, quien fue desplazado por Héctor Pablo.
Esta treta fue hecha para minar el posible triunfo de MORENA, tomando en cuenta que el Senado es importante para Oaxaca, pues es la puerta para la gubernatura que dejará Murat en el año 2022, aunque falta mucho trecho, pero ya se están haciendo las previsiones y se trata de favorecer a Puga Leyva para dicha sucesión.
Lo cierto es que Héctor Pablo no será perredista ni un solo día, será el candidato del PRD al Senado, pero gane o no, seguirá siendo priista, solo es una pantomima para engañar a los ilusos, pero al electorado ya no le dan “atole con el dedo” porque de antemano es una jugarreta que tendrá un alto costo social y político para los oaxaqueños.
Así, está de cochambrosa la política electoral en Oaxaca en donde los derechos, principios y valores del electorado no valen nada y aún se trata de una vil manipulación que irrita y causa repugnancia porque se pone en juego la elección del uno de julio, por tanto se augura un proceso bañado de corrupción y fraude electoral por la falta de un código de ética de los organismos políticos y aspirantes a los cargos de elección popular, que lejos de llamar a la cordura, a la civilización y a la tolerancia convocan a la violencia y a la intimidación con la finalidad de propiciar un estallido de miedo con el propósito de espantar a los electores y en consecuencia no acudan a las urnas a emitir su sufragio tomando en cuenta que la abstención significa el triunfo para el PRI Gobierno. Ya veremos los resultados del proceso electoral que en Oaxaca el PRI y MORENA son los partidos que se jugarán el todo o el nada. carloscastellanos52@hotmail.com