Fraccionamiento “El Rosario”, San Sebastián Tutla, Oax., 29 de Abril 2018.- “El respeto, la caridad, paciencia, misericordia, colaboración y diálogo son ejes para para hacer sentir nuestro amor y que aunado a la obediencia, docilidad y la compresión con la familia y hacia nuestros semejantes, son valores para una relación de solidaridad con todas las personas que amamos”, inscribió aquí el Arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, Pedro Vázquez Villalobos, en la homilía matutina dominical celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario.
Acompañado del sacerdote de esta congregación católica, Ricardo Vázquez Ojeda, enfatizó que “Dios no quiere que vivamos en la amargura, desilusión, desesperanza quiere que vivamos en la alegría y en el gozo a pesar de sufrimientos, penas y necesidades; por lo cual su sacerdote y su obispo estamos en el ejercicio de nuestro ministerio con ustedes para que sean felices y vivamos muy unidos a nuestro señor”.
En un ambiente de algarabía religiosa, mediante la cual niños, jóvenes, adultos, adultos mayores y demás feligreses le dieron una cordial y emotiva bienvenida a Vázquez Villalobos, quien ofició la eucaristía en la explanada de este recinto religioso, en virtud de que su estructura se encuentra severamente deteriorada a causa de los sismos de Septiembre pasado. A pesar de ello, la comunidad católica están como la vid y los sarmientos, unidos para dar fruto; la docilidad y obediencia vienen de Dios, los convocaba a seguir siendo esa comunidad preocupada, muy unida que trabaja para mejorar ese espacio donde ustedes se reúnen a vivir su fe.
“Esta comunidad tiene algo, así lo siento que son muy hermanos y fraternos porque al estar en medio de esta comunidad de fe donde se vive el amor y se ama a Dios, además de percibir a toda la gente alegre, gozosa y sorprendida porque veía entrar a su obispo, gracias, refería, gracias por hacerme sentir esto en mi caminar hasta el altar”.
Al participar aquí de la fe de los católicos de esta parroquia, les agradeció por colaborar con su sacerdote Vásquez Ojeda para reconstruir su templo y poder ingresar nuevamente al mismo para seguir fortaleciendo y viviendo su fe. “Estamos aquí, al frente de nuestra Iglesia, Dios nos trajo para hablarles de él, para motivarlos y decirles que se amen pero no sólo de palabra sino de obra”.
“Con nuestras acciones tenemos que hacer sentir nuestro amor en nuestras familias y con los demás y en ese trato de respeto, solidaridad, misericordia, compasión, amabilidad le estaremos diciendo a las demás personas que les amamos y así le estaremos diciendo a Dios que lo amamos. Estamos aquí con ustedes para que ustedes sean felices, yo quiero ser feliz en el ejercicio de mi ministerio y sobre todo, estar muy unidos a nuestro señor como lo dice el evangelio”, puntualizaba.