Mario CASTELLANOS ALCAZAR
El candidato al senado de la Coalición “México al Frente”: PAN, PRD y MC, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, es una ternurita, adorador de Peña Nieto. Tiene que armonizar su pandero político electoral de su campaña, de lo contrario quedará en el limbo fallido de su meteórica carrera política, hasta ahora mal pagada, que le sobrevino por sus nexos muy cercanos con el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz y por diferencias marcadas con el Ejecutivo del Estado, Alejandro Murat Hinojosa, quien lo canjeó por Raúl Bolaños Cacho Cué.
Puga, tiene sus pros y contras, cuyos factores lo pueden llevar o no al sueño de sus aspiraciones: el senado, luego de haber sido diputado federal por el PRI, líder estatal del mismo partido y Director General de LICONSA, que lo distinguió como elemento cercano al Presidente Enrique Peña Nieto, por lo que todos daban por bien hecho que el candidato al senado por el PRI, sería Ramírez Puga.
La ruleta de la fortuna se le puso en contra, por lo que ahora tiene que enfrentar los retos que le deparan para llegar al cargo electoral que se ha propuesto aun en contra del sistema político mexicano al cual perteneció, sin embargo debe utilizar las mismas armas de la corrupción, los fraudes, la violencia, los homicidios y las masacres, auspiciados por el PRI – Gobierno para vencer a sus opositores.
Los pros, que tiene a su favor y que por supuesto debe desarrollarlos en su campaña con suma audacia, que no la tiene; primero, dejar muy en claro, el motivo de su renuncia al PRI, enfatizando con valentía que el presidencialismo del PRI Gobierno está acabado y por supuesto que ya no responde a las exigencias de los mexicanos, denunciando a la luz pública que la corrupción y los grandes fraudes son el motivo de la violencia, la inseguridad, pero a la vez no debe quitar el dedo sobre la llaga en relación a la traición de Peña Nieto, que con su política neoliberal y sus reformas estructurales, principalmente la energética y la educativa, no sirvieron a los mexicanos y que estas se tienen que revisar, modificar, estructurar o cambiar a la mayor brevedad, es decir debe abandonar la tibieza de su discurso que más bien parece una réplica del viejo PRI.
La pobreza y la marginación de los oaxaqueños son banderas muy choteadas y de poca relevancia, por ello, sus propuestas deben ser competitivas y agresivas contra la impunidad de los funcionarios corruptos, empezando por el ex gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, quien dejó a la entidad en una bancarrota con un presunto fraude de los 16 mil millones de pesos, pero también debe marcar su línea con el Ejecutivo del Estado, Murat Hinojosa, quien no está ejerciendo el poder y por consiguiente la entidad está paralizada sin una economía creciente y anquilosada. Su denuncia debe ser directa y sin cortapisas al gobierno estatal, lo que sería un argumento para contrarrestar al PRI de Murat y por supuesto a su delfín, Bolaños Cacho.
También, debe utilizar la arenga contra el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meada Kuribreña, quien no es la joya de la corona ni la salvación de México, sino por el contrario, más de lo mismo o el continuismo de la política neoliberal de Peña Nieto, es decir más pobreza, marginación, la misma violencia, más gasolinazos y la consabida crisis económica, pero su ataque también debe ser contra López Obrador, candidato presidencial de MORENA y los candidatos al senado caracterizados por su populismo.
Es decir debe centrarse más en sus propuestas, concretas y sólidas, más sobre las iniciativas de ley y el papel de un senador, pues hasta la fecha se ha concretado en puras promesas y convertirse en un gestor medieval de poca monta sin ver con una lupa la problemática social, política y económica del país y de Oaxaca. Debe enfocar su política a nivel nacional y dejarse de nimiedades extravagantes ni portarse como una dama o una ternurita de seda, pues en política debe hablar claro para que la gente le crea y le dé el voto.
LO QUE NO LE FAVORECE: la división y pulverización del PAN, PRD y MC en la entidad oaxaqueña, los contras de la militancia de estos partidos por ser un candidato eventual vestido de azul, amarillo y naranja, de la noche a la mañana, ser adicto al ex gobernador Ulises, de quien se tiene que desmarcar y que no es un mapache enviado por el PRI para dividir a la izquierda y la derecha sin darse cuenta que está favoreciendo a MORENA, pero, que finalmente seguirá siendo priista porque de izquierda no tiene nada de nada. carloscastellanos52@hotmail.com